Viajar es de las cosas más emocionantes del mundo… hasta que te enfrentas al momento más temido: hacer la maleta. Porque sí, uno puede tener toda la ruta planeada, vuelos listos y hospedaje reservado, pero si no traes el outfit adecuado, la incomodidad puede arruinarte el viaje (y las fotos, obvio).
Pero no te preocupes, aquí te armamos una mini-guía para planear el outfit perfecto según el destino, porque no es lo mismo irte de mochilazo al bosque que lanzarte a la playa.
1.- ¿A dónde vas? El destino es la clave
Antes que nada, ubica bien el clima del lugar. No te vayas a llevar suéteres a Cancún o shorts a San Cristóbal en diciembre. Una búsqueda rápida tipo “clima en Tokio en octubre” te puede ahorrar varias capas de sufrimiento térmico.
Y sí, también considera la vibe del lugar. ¿Es un destino para caminar mucho? ¿Tendrás que entrar a museos o lugares con códigos de vestimenta? ¿Es un viaje relax?
2.- Para la playa: frescura, bloqueador y estilo
Si tu destino es de arena, sol y mar (o cualquier lugar con clima cálido), ropa ligera es la clave. Piensa en telas como lino, algodón, colores claros y prendas que se puedan secar rápido. No olvides el sombrero o bucket hat, lentes de sol y una buena camisa oversize que funcione como salida de playa y para cenar frente al mar. Y sí, unas buenas chanclitas cómodas.
3.- Para ciudad: estilo casual
¿Vas a turistear por una ciudad como CDMX, Buenos Aires, Madrid o Nueva York? Aquí lo importante es que tus outfits estén entre cómodos, versátiles y con algo de estilo, porque seguramente caminarás un chorro, pero también querrás tomarte la fotito con fondo bonito.
La fórmula mágica: tenis cómodos + jeans o pantalones amplios + capas ligeras (chamarra, suéter, camiseta). Todo lo que puedas quitar y poner sin mucho problema. Y si se arma un plan nocturno, un outfit que se transforme con solo cambiar el accesorio o la chaqueta.
4.- Para clima frío
Si te vas al frío, lo ideal no es ir como bolita de ropa, sino aplicar la técnica de la cebolla: capas, capas y más capas. Una camiseta térmica, encima suéter, luego abrigo o chaqueta. Agrega gorro, bufanda y guantes si la cosa se pone más fría.
Y si puedes llevar botas impermeables, te salvan la vida cuando el piso está lleno de nieve o lluvia.
5.- No olvides lo básico: look de aeropuerto y outfit de emergencia
Un clásico que muchos olvidan: el outfit del aeropuerto también importa. Debe ser cómodo, y fácil de quitar en filtros de seguridad. Y en la maleta: lleva siempre un outfit extra en tu mochila o equipaje de mano, por si se pierde tu maleta o algo se derrama. Nunca sabes cuándo necesitarás una muda de ropa salvadora.
La clave para no llenar tu maleta con cosas que no usarás es planear tus outfits por día y actividad. Haz combinaciones entre prendas para usarlas más de una vez (sin verte igual) y deja espacio para lo que compres en el viaje.
Y recuerda: lo importante no es llevar lo más caro ni lo más fashionista, sino sentirte tú, disfrutar y no andar sufriendo por el clima, las ampollas o la ropa apretada. Porque el mejor outfit es el que te deja vivir tu viaje al 100%.
Deja un comentario