¿Qué dicen los Legionarios de Cristo sobre Marcial Maciel “El Lobo de Dios”?

Durante más de cinco décadas, el padre Marcial Maciel se encargó de formar una imagen pública basada en la santidad de sus acciones, sus obras por los que menos tienen y, sobre todo, en una figura religiosa transformada en la imagen y semejanza ante los ojos de Dios. Pero detrás de esta máscara se escondía un abusador sexual, lleno de engaños y complicidades que le permitieron cometer este tipo de atrocidades.

La congregación católica pide disculpas a las víctimas y admite la gravedad de los crímenes, además de mostrar pruebas donde aseguran que el padre Marcial ya había sido previamente investigado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Un sistema de poder y silencio que ha rodeado a la Iglesia Católica durante siglos

El caso de Marcial Maciel va más allá de ser solo un expediente: muestra una parte de la realidad que se vive dentro del ambiente eclesiástico, donde este es solo uno más de los diferentes casos de abuso sexual por parte de grandes figuras de la Iglesia. No se trata de darle foco a un solo criminal, sino de exponer una situación que se ha tratado de ocultar durante décadas, en la que cuesta aceptar y tomar postura por pertenecer a una comunidad con alta popularidad religiosa y un fuerte sentido de pertenencia.

Los Legionarios de Cristo son una congregación religiosa católica, fundada en 1941 por el sacerdote mexicano Marcial Maciel. Esta pertenece a la familia espiritual del Regnum Christi, quienes, a pocos días del estreno del documental Marcial Maciel: El Lobo de Dios en la plataforma de streaming HBO, ya salieron a dar declaraciones sobre el tema.

En ellas se puede ver cómo admiten este tipo de errores históricos, además de reiterar sus disculpas a las personas que fueron víctimas de abusos por parte del sacerdote. También denunciaron el uso de imágenes sin su consentimiento y aclararon en otro comunicado que, en 2022, fueron contactados por la productora encargada del trabajo audiovisual, donde aceptaron participar en entrevistas como un gesto de responsabilidad y transparencia hacia las víctimas.

Aclararon también que durante este tiempo la organización no tuvo acceso al contenido final antes de su publicación, manifestando su preocupación por el hecho de que se incluyeran imágenes de menores de edad, consagradas y sacerdotes sin autorización.

Un poco de contexto sobre un caso de abuso histórico en la Iglesia Católica

Fue en 2006 cuando la Santa Sede inició sanciones contra el sacerdote Marcial Maciel, bajo una investigación notificada por Benedicto XVI. Sin embargo, ya en 1956 existían informes de Federico Domínguez y Luis Ferreira, ambos ex sacerdotes y miembros de la congregación, quienes solicitaban atender y corregir los comportamientos del fundador y de otros integrantes.

Veinte años después, uno de los primeros legionarios, Juan José Vaca, envió una carta a la organización donde detallaba experiencias de abuso sexual por parte del sacerdote y solicitaba tomar acciones inmediatas en su contra.

Denuncias que tardaron décadas en cobrar justicia

Los Legionarios de Cristo admiten que ya existía un historial de denuncias sobre el sacerdote mexicano, pero no fue hasta 1995 cuando el exlegionario Juan Manuel Fernández Amenábar manifestó su perdón a Maciel, exigiendo al mismo tiempo justicia.

En 1997, tras las denuncias públicas de ocho exseminaristas y miembros de la organización, el caso cobró mayor presión y relevancia, convirtiéndose en un escándalo que durante años había sido solo un secreto a voces dentro de la Iglesia Católica.

Marcial Maciel abusó de más de 60 menores de edad durante este tiempo, y esos casos son solo una parte del daño que causó con la imagen “pura y santa” que construyó durante más de 50 años. Hasta el momento, se contabilizan 175 casos de abuso entre 1940 y 2008.

Esto es solo una parte del gran contexto histórico detrás del caso de Marcial Maciel, en el que la justicia se retrasó durante generaciones que prefirieron callar frente a denuncias y pruebas que lo incriminaban desde el inicio. La justicia llegó tarde, muchos años después.


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