Casi es momento de decirle adiós a las vacaciones, y hola otra vez al bendito (y odiado) horario escolar. El regreso a clases después del verano llega como un golpe de realidad: transición repentina, tareas, profesores nuevos, y la eterna lucha por llegar despierto a las 7 de la mañana.
Pero tranqui, sobrevivir al inicio del semestre es posible. Todo depende de qué tan bien te prepares durante estos días de vacaciones que quedan.

1.- Establece metas académicas
Sí, suena medio intensito, pero funciona. Si quieres que este semestre sea diferente y no terminar llorando en final de semestre con mil trabajos pendientes, define qué quieres lograr y cómo lo vas a hacer. ¿Pasar todas? ¿Sacar 9 en esa materia maldita? ¿Asistir a todas las clases sin faltar? Lo que sea, pero hazlo SMART (específico, medible, alcanzable, realista y con fecha límite).
2.- Crea una rutina que no te odies
No tienes que levantarte a altas horas de la mañana a meditar, pero sí necesitas una estructura. Empieza a ajustar tus horarios unas semanas antes del arranque. Piensa en qué días tendrás clases, en qué momentos podrías estudiar, y también cuándo darte chance de ver Netflix sin culpa. Improvisar todo el semestre solo suena divertido hasta que llegan los exámenes.
3.- Inviértele a tu bienestar
Comer bien, dormir tus horas y moverte un poco (aunque sea caminando para agarrar el camión) es clave para no explotar a mitad del semestre. Y sí, también aplica para tu salud mental. Respira, habla con tus amistades, date breaks.
4.- Planea todo con anticipación
Investiga tu horario, materias, profesores y materiales. Si hay algún trámite pendiente, hazlo ya. Que no se te junte con el primer parcial, el inicio de las prácticas y las ganas de dejar todo.
5.- Haz un presupuesto sin llorar
Ya sabemos que la vida de estudihambre no es fácil, especialmente si eres foráneo o tienes que estirar la beca. Usa las vacaciones para organizar tu dinero: anota tus gastos fijos, cuánto puedes gastar al mes (sin vivir a base de atún y Maruchan), y arma un plan.
6.- Establece una rutina de estudio
Identifica en qué momento del día eres más productivo (no, no es a las 3 am) y dedica ese rato para estudiar. Sé constante y parte tus tareas en pedacitos digeribles. Estudiar no tiene que doler tanto si sabes organizarte.
7.- Arma un playlist motivador
Aunque no lo creas, un buen playlist puede hacer que un día horrible mejore o que esa tarea de 10 páginas no sea tan insufrible. Reguetón, rock, lo-fi o pura música instrumental: lo que sea que te motive, dale play. Tu cerebro (y tu humor) lo agradecerán.
El inicio de semestre siempre es raro. Te sientes medio perdido, con sueño acumulado y muchas ganas de seguir de vacaciones. Pero calma, es normal. Ve a tu ritmo, acomódate, y poco a poco agarra vuelo.
Porque sí, regresar a clases da flojerita, pero también es la oportunidad de empezar de nuevo, aprender cosas chidas y vivir nuevas historias.
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