Hace apenas unas horas, el Senado de la República aprobó en lo general y particular la polémica reforma al poder Judicial. Con 86 votos a favor de los partidos Morena, PT y PVEM (incluyendo 2 del PRD, y 1 del PAN) y 41 en contra del PAN, PRI, PRD Y MC, la tan controversial reforma judicial es prácticamente ya una realidad.
Una reforma radical
Recordemos que esta reforma implica cambios radicales al sistema de justicia. Algunas de las cosas que plantea son: desaparecer el Consejo de la Judicatura Federal; que jueces, ministros y magistrados sean elegidos por votación; crear la figura de los jueces sin rostro; reducir el número de ministros de la Suprema Corte; crear un Tribunal de Disciplina Judicial, para vigilar las decisiones y fallos del Poder Judicial Federal; entre otras cosas.
Voto decisivo y señalamientos de manipulación
En un principio, a la coalición de Morena, PT y el PVEM les hacía falta un voto de un senador de oposición para que la reforma se aprobara. Este voto terminó viniendo por parte del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quién dijo “haberse convencido tras leer a profundidad en qué consistía la reforma”. Su decisión fue recibida con acusaciones de traición, ya que algunos miembros del PAN y otras fuentes señalan que podría haber negociado en secreto con Morena.
Pues no sólo solicitó separarse del Senado por “problemas de salud”, sino que puso como suplente a su propio padre, el exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, quien ha enfrentado múltiples señalamientos de corrupción y está acusado de ser parte de una red de pederastía. Esta dinámica ha generado dudas sobre la verdadera razón detrás de su voto a favor de la reforma.
Por otro lado, se ha denunciado que la ausencia de otro senador, Francisco Barreda de Movimiento Ciudadano, podría estar relacionada con detenciones ilegales promovidas por autoridades afines a Morena, buscando influir en el voto a favor de la reforma.
Protestas y descontento social
Mientras tanto, cientos de manifestantes tomaron la sede del Senado en protesta contra la reforma, obligando a los legisladores a sesionar en un lugar alterno: La Casona de Xicoténcatl en el centro de la Ciudad de México.
Las manifestaciones, compuestas por trabajadores del Poder Judicial y estudiantes de derecho, reflejan el temor de que estos cambios sean un retroceso a la lucha por una justicia imparcial y libre de influencias externas.
En un país donde la desconfianza en las instituciones es alta, esta reforma plantea muchas preguntas sobre el futuro de la justicia en México. ¿Realmente aumentará la transparencia y la rendición de cuentas, o consolidará el control político del gobierno sobre los ciudadanos?
Aquí te dejamos con nuestras slides para que puedas entenderlo en pocas palabras:
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