En los últimos días, la Ciudad de México ha experimentado una serie de microsismos. Tan solo el 26 de septiembre se registraron ocho microsismos en distintas alcaldías como Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Álvaro Obregón. Este tipo de movimientos no son inusuales, pues la ciudad está atravesada por varias fallas geológicas que pueden provocar estos pequeños sismos, con magnitudes entre 0.1 y 3.0.
Septiembre no es sinónimo de sismos
Es común que en septiembre la gente asocie los sismos con eventos pasados, como los terremotos de 1985, 2017 y 2022, pero este mes no es un factor determinante para la actividad sísmica. Los microsismos, en particular, pueden ocurrir en cualquier época del año, ya que están relacionados con las fallas geológicas locales, como la recientemente descubierta en la zona de Mixcoac.
Además, la CDMX se encuentra en el centro de la Faja Volcánica Transmexicana, que se forma porque las placas tectónicas que están bajo el océano (la Placa de Rivera y la Placa de Cocos) se hunden debajo de la Placa de Norteamérica. Este proceso genera actividad volcánica y sísmica, lo que puede influir en el movimiento de las fallas locales y causar pequeños temblores.
Según explican especialistas de la UNAM, existen cuatro fallas geológicas destacadas que son las responsables de causar “ruido” recientemente: Mixhuca, Santa Catarina, San Lorenzo Tezonco y Copilco.
De acuerdo con Víctor Hugo Edpíndola Castro, responsable del Área de Análisis del Servicio Sismológico Nacional (SSN), estos microsismos, que se sienten como pequeños “jaloneos” de apenas un segundo, continuarán ocurriendo, por lo que es importante aprender a convivir con ellos.
¿Por qué no se activa la alerta sísmica?
En cuanto a la alerta sísmica, sólo se activa bajo ciertas condiciones: cuando el sismo es mayor a 5.5 de magnitud y tiene su epicentro a más de 100 kilómetros de la Ciudad de México. En eventos locales o cercanos (dentro de los 100 km), las ondas sísmicas viajan tan rápido (hasta 8 km por segundo) que la alerta suena al mismo tiempo que la primera onda del sismo, por lo que no hay aviso previo.
Dado que los microsismos tienen epicentros locales y magnitudes muy bajas, no ameritan la activación del sistema de alerta, según explican analistas del Sismológico Nacional.
¿Qué se debe hacer en caso de un sismo?
Aunque los microsismos no son peligrosos, es importante estar preparado para cualquier tipo de sismo de mayor magnitud. Aquí te dejamos algunas recomendaciones sobre qué hacer antes, durante y después de un sismo.
Prepárate (Antes del sismo):
- Diseña un plan familiar de protección civil para que todos sepan cómo actuar.
- Participa y organiza simulacros de evacuación en tu hogar, trabajo o escuela.
- Ubica las zonas seguras en los lugares donde pasas más tiempo.
- Haz una revisión periódica de las instalaciones de gas y luz en tu casa.
- Ten lista una mochila de emergencia con lo esencial: agua, alimentos, medicinas, y documentos importantes.
Actúa (Durante el sismo):
- Mantén la calma y dirígete a las zonas seguras que ya identificaste.
- Aléjate de objetos que puedan caer y de las ventanas.
- Si estás en un auto, estacionate y aléjate de edificios, árboles grandes o postes.
- Si estás cerca de la costa, evita las playas, ríos o lagunas y busca refugio en zonas elevadas.
Revisa (Después del sismo):
- Inspecciona tu casa en busca de daños.
- Usa el teléfono solo en emergencias.
- No enciendas fósforos o velas hasta verificar que no haya fugas de gas.
- Mantente informado, no difundas rumores y sigue las indicaciones de las autoridades.
- Prepárate para posibles réplicas, permaneciendo alerta y en un lugar seguro.
Recuerda que actualmente no existe un procedimiento específico para predecir sismos, evita caer en rumores y mantente informado de fuentes oficiales.
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