Adris Tlacuache, una narradora de cuentos que suele contar historias para niños en la Línea 2 del Metro de la Ciudad de México, fue retirada del vagón por nada menos que 15 elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI). Todo porque, según los oficiales, estaba “pidiendo dinero”.
¿Qué pasó?
Adris Tlacuache, cuyo nombre real es Laura Adriana Vaca García, estaba haciendo lo que hacía regularmente: contar cuentos. En este caso, estaba narrando una historia náhuatl, acompañada de su hija. Según explica ella misma, su trabajo como actriz de teatro infantil los fines de semana no le da lo suficiente para mantenerse, así que decidió llevar su talento al Metro para ganar un poco más de dinero. Sin embargo, las cosas tomaron un giro inesperado cuando fue abordada por los oficiales.
El desalojo comenzó en la estación Nativitas, después de que supuestamente dos personas reportaron que estaba pidiendo dinero. Aunque la SSC (Secretaría de Seguridad Ciudadana) afirma que los policías intentaron “amablemente” pedirle que bajara del vagón, Adris se negó, y otras pasajeras la defendieron, argumentando que no estaba haciendo nada malo.
Al final, llegaron más policías para retirarla a la fuerza en la estación Bellas Artes, mientras su hija presenciaba todo.
Lo que más indignó a los usuarios fue la cantidad de policías necesarios para desalojar a una mujer que simplemente estaba contando cuentos, sobre todo comparándolo con situaciones como la de Luna Bella, quien grabó un video con contenido sexual y explícito en el Metro sin alguna sanción por parte de las autoridades, quienes hasta dijeron que estaban a favor de la libertad de expresión.
¿Qué dice la SSC?
Ante la polémica, la Secretaría de Seguridad Ciudadana emitió un comunicado en el que explican que los policías fueron llamados para intervenir porque Adris estaba pidiendo dinero, lo cual está prohibido en el Metro.
Aseguraron que se siguió el protocolo y que investigarán si hubo algún error en el procedimiento. Sin embargo, esto no calmó las críticas en redes, donde la gente sigue cuestionando si realmente era necesario utilizar 15 policías para un caso como este.
Y que este episodio no sólo nos mostró cómo se utiliza la fuerza pública en situaciones menores, sino que evidenció una problemática que viven muchísimas mamás trabajadoras: la falta de trabajos dignos que les permitan tener ingresos y, al mismo tiempo, cumplir con sus roles de madres.
Falta de políticas que protejan a las madres trabajadoras
En México, las madres trabajadoras enfrentan una situación marcada por la informalidad, la discriminación y la violencia de género, además de la escasez de políticas que faciliten la conciliación entre el trabajo y la familia. De acuerdo con los datos, en nuestro país hay 16.06 millones de mujeres-madres-trabajadoras, es decir 7 de cada 10 mujeres que trabajan son madres, pero la tasa de informalidad se incrementa conforme aumenta el número de hijos.
Y así como lo señaló Adri Tlacuache, las madres con empleo a menudo buscan puestos más flexibles que les permitan llevar a sus hijos a la escuela, recogerlos, cuidarlos y pasar tiempo con ellos. Lo que resulta en menores ingresos, jornadas laborales más cortas y una mayor inclinación hacia el trabajo independiente.
A eso se suma la discriminación y la violencia de género a las que se ven expuestas en el ámbito laboral. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2023, el 27.9% de las mujeres ha experimentado algún tipo de violencia, mientras que el 16.2% ha enfrentado discriminación en su lugar de trabajo.
Ser mamá no debería ser un factor de desventaja económica ni social; sin embargo en nuestro país aún faltan políticas que protejan los derechos de las madres trabajadoras, donde puedan acceder a mejores oportunidades laborales.
Deja un comentario