En una conferencia mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que en su administración no habrá colusión con el crimen organizado, subrayando que su gobierno será firme en evitar cualquier acto de corrupción. Señaló que ante cualquier indicio de corrupción la Secretaría Anticorrupción actuará de inmediato.
Estas declaraciones llegan justo después de la condena a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, quien fue sentenciado a 38 años de prisión por sus vínculos con el narcotráfico.
Sheinbaum aprovechó para recalcar que su gobierno está comprometido a no repetir los errores del pasado, refiriéndose directamente a la corrupción durante el mandato de Felipe Calderón, cuya administración estuvo marcada por la “guerra contra el narco”. Además, lanzó una crítica a la estrategia de seguridad de Calderón, diciendo que aunque el expresidente admitió que hubo “aciertos y errores”, los costos fueron demasiado altos.
Sin embargo, mientras Sheinbaum refuerza la promesa de transparencia, las acusaciones y señalamientos sobre posibles nexos entre Morena, AMLO y el crimen organizado siguen siendo motivo de preocupación.
Escalada de violencia en estados gobernados por Morena
Estados como Sinaloa y Guerrero, bajo el mandato de Morena, han enfrentado un incremento de la violencia vinculada al narcotráfico. En Sinaloa, por ejemplo, el gobernador Rubén Rocha Moya ha sido señalado por presuntos nexos con “Los Chapitos”, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Informes de inteligencia sugieren también la posibilidad de vínculos a través de su hijo, José Rocha Ruiz.
En Zacatecas, gobernado por David Monreal (Morena), la violencia ha escalado desde su toma de posesión en 2021, con enfrentamientos brutales entre cárteles y una ola de asesinatos, incluyendo la exhibición de cadáveres en espacios públicos. Este estado ha visto un aumento del 12.29% en homicidios y feminicidios.
AMLO y sus nexos con el crimen organizado
Asimismo, durante su gobierno, AMLO también ha sido acusado en varias ocasiones por sus posibles nexos con el narco. Uno de los casos más comentados ocurrió en 2020, cuando el expresidente fue visto saludando a la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán durante una visita a Badiraguato, Sinaloa. Para muchos, fue una señal alarmante de cercanía entre el presidente y la familia del narcotraficante.
Otra polémica importante fue el “Culiacanazo” en octubre de 2019, cuando el gobierno capturó brevemente a Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, pero luego lo liberó bajo el argumento de que era para evitar más violencia en la ciudad. Este hecho generó críticas y especulaciones sobre posibles acuerdos con el Cártel de Sinaloa.
Además, en 2024, varios reportajes afirmaron que AMLO habría recibido dinero del Cártel de Sinaloa para su campaña presidencial de 2006, lo que él ha negado rotundamente, calificando las acusaciones como “falsas” y sin pruebas. Aunque estos eventos han dejado dudas entre algunos sectores de la población sobre su relación con el narcotráfico.
Este escenario plantea dudas sobre la efectividad de las políticas de seguridad de Morena y su capacidad para romper con la corrupción y los supuestos lazos con el crimen organizado. Mientras que Sheinbaum asegura transparencia y anticorrupción, las sospechas continúan y la colusión con el narcotráfico, aunque negada por las autoridades, sigue siendo una sombra constante para Morena y la administración de AMLO.
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