Donald Trump ha demostrado una y otra vez que es el maestro del show político, y su reciente visita a un McDonald’s en Pennsylvania es una prueba más. No sólo fue por un Big Mac o unas papas fritas. Esta vez, Trump decidió ponerse un delantal y atender atrás del mostrador, pero ¿qué había detrás de esta jugada?
¿Por qué Donald Trump se puso a trabajar en un McDonald’s?
Su visita a un McDonald’s no es casualidad. En el pasado, Kamala Harris mencionó haber trabajado en la cadena de hamburguesas en sus días como estudiante universitaria. Pero, para Trump esas declaraciones siempre le han parecido falsas, como un vil intento para conectar con la clase media trabajadora y ganar votos, aunque el candidato tampoco ha logrado mostrar pruebas que afirmen sus opiniones.
Por eso, aprovechó esta ocasión para cuestionar la autenticidad de la historia de Harris y lanzarle una indirecta (no tan discreta). Al presentarse en McDonald’s, dijo que quería ver “cómo es realmente trabajar ahí”, insinuando que Harris no sabe lo que es.
Su llegada no fue como la de cualquier empleado, llegó como solo Trump lo haría: una caravana de veinte vehículos, incluyendo motociclistas, coches de policía, servicio secreto, ¡y hasta ambulancias! A las puertas del restaurante lo esperaba una multitud de periodistas y seguidores.
Ya dentro, el magnate cambió su traje por un delantal negro y amarillo, y se puso manos a la obra. Con su corbata roja intacta y siempre en tono burlón, siguió lanzando comentarios sobre Kamala Harris: “¡El trabajo no es tan duro como dice Harris!”.
¿Qué preguntas respondió?
Después de ser instruido en el arte de usar la freidora, y hacer unas cuantas papas fritas, desde la ventanilla del autoservicio, Trump contestó algunas preguntas de los periodistas.
Cuando le preguntaron sobre su postura en cuanto al aumento del salario mínimo, Trump esquivó la pregunta con una respuesta peculiar: “Yo creo esto. Esta gente trabaja duro. Son geniales. Y yo solo he visto un proceso que es hermoso”. Sin dar una respuesta concreta, Trump aprovechó para elogiar el esfuerzo de los empleados del restaurante.
También le preguntaron directamente: “¿Aceptará los resultados de las elecciones?”, “Sí, claro, siempre y cuando sean justas”, respondió.
A pesar de su aparente disposición, recordemos que Trump y su equipo pasaron meses, después de las elecciones de 2020, clamando fraude, aunque no lograron que ninguna de sus impugnaciones legales prosperara en los tribunales. Y las auditorías posteriores tampoco encontraron irregularidades, y los funcionarios electorales confirmaron que los resultados eran precisos y legítimos, desmontando las afirmaciones del republicano.
Finalmente, los ataques a Harris no pararon. “Lo hemos comprobado con McDonald’s, y dicen, definitivamente, que no hay constancia de que la mentirosa Kamala Harris haya trabajado nunca allí”, dijo, asegurando que la vicepresidenta había mentido sobre su experiencia laboral. Aunque la cadena de comida rápida no ha emitido ninguna afirmación o negación sobre el tema.
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